Nearshoring en América Latina

La pandemia del Covid-19 cambió drásticamente las dinámicas del comercio internacional. No sólo provocó el cierre temporal de las fronteras de todo el mundo y la cuarentena de una parte considerable de la población mundial, sino que también reveló las debilidades de las cadenas de suministro globales, e hizo que las empresas se replantearan sus modelos de funcionamiento ante una crisis que puede repetirse en el corto plazo. Además, las tensiones entre los países orientales y occidentales han creado altos niveles de incertidumbre entre las empresas que tienen operaciones en el extranjero. Por un lado, la guerra comercial entre dos de las mayores economías del mundo -Estados Unidos y China- creó un incentivo para que las empresas estadounidenses u “occidentales” trasladaran cualquier operación en China hacia otros lugares. Por otro lado, el conflicto entre Rusia y Ucrania ha provocado medidas políticas y económicas de impacto global que pueden tener efectos negativos en las operaciones de las empresas en el extranjero. En este contexto, América Latina parece tener una gran oportunidad para convertirse en una plataforma de nearshoring, ya que los beneficios de este modelo comienzan a ser más atractivos para las empresas internacionales. 

Durante los años 90 y principios de los 2000, China se convirtió en la "fábrica del mundo" y multiplicó su economía de forma tan exponencial que otras regiones del mundo fueron pasadas por alto por décadas. Sin embargo, hoy el contexto no es tan favorable para Asia como antes. Con las medidas económicas de Estados Unidos contra China y las consecuencias de Covid-19, las empresas de todo el mundo han empezado a ver el valor de diversificar sus proveedores y construir una operación más sólida que tenga en cuenta los posibles riesgos a los que se enfrenta el mundo actualmente. Las empresas están buscando formas de blindar su operación, sabiendo que la crisis a la que se han enfrentado en los últimos años podría repetirse. El control de la cadena de suministro y de la producción es ahora de suma importancia, ya que Covid-19 demostró lo vulnerables que son las cadenas de suministro internacional tradicionales, tanto desde el punto de vista de la demanda como de la oferta. 


El nearshoring se perfila, por tanto, como un posible futuro para las cadenas de suministro mundiales afectadas por las últimas crisis globales. Según este modelo, la operación consiste en "subcontratar el trabajo en un país extranjero, con salarios más bajos, que está relativamente cerca en distancia y/o en zona horaria. El cliente espera beneficiarse de uno o varios de los siguientes elementos de proximidad: vínculos geográficos, temporales, culturales, lingüísticos, económicos, políticos e históricos". En el contexto global actual, esto se traduce en tener un control más directo y práctico sobre la operación de las empresas en el extranjero, lo que lleva a las empresas a reducir la incertidumbre y el riesgo. 

Los beneficios del Nearshoring

  • Cadenas de valor regionales fortalecidas y reducción de riesgos

Uno de los factores determinantes del nearshoring es la proximidad geográfica. El nearshoring motiva el fortalecimiento de las cadenas de valor regionales, ya que la operación se centra en una porción concreta del territorio. Por lo tanto, ayuda a consolidar vías de desarrollo cohesionadas dentro de los diferentes países de una misma región. 
Al mismo tiempo, el nearshoring reduce los riesgos asociados a la distancia y al transporte en un contexto de crisis. El hecho de que la operación se establezca en un país relativamente cercano a la sede de la empresa garantiza en mayor medida la posibilidad de poder acceder siempre a la mercancía y hacerla llegar de forma segura y puntual a su destino.

  • Reducción de barreras lingüísticas y culturales

La proximidad geográfica suele estar asociada a las similitudes culturales y lingüísticas, así como a la coordinación horaria. Aunque ahora vivimos en un mundo globalizado, estos elementos no son de poca importancia. En particular, las similitudes lingüísticas y horarias pueden ayudar a crear sinergias entre equipos que deben trabajar juntos por un objetivo común. Además, la comunicación es clave para el éxito, sobre todo en momentos en los que hay que tomar decisiones de forma rápida y asertiva. En cuanto a las similitudes culturales, aunque se podría argumentar que no son necesarias, pueden tener un fuerte impacto en la eficacia de la comunicación y en los resultados deseados. 

 

La elección de nearshoring en América Latina

Dado que las empresas están tendiendo a relocalizar las operaciones que desarrollaban en China y otros países de oriente, América Latina se está convirtiendo en un centro de operaciones de grandes empresas. América Latina está muy cerca de Estados Unidos y cuenta con una mano de obra altamente cualificada y accesible a precios asequibles. Además, varios países latinoamericanos son conscientes de la importancia de la inserción en la era digital, lo que les permite adaptarse mejor a la revolución del comercio electrónico en el comercio internacional.
Como miembros de varias organizaciones internacionales, países latinoamericanos como Colombia, Costa Rica, República Dominicana y México tienen una tendencia hacia la sostenibilidad y la mejora de la seguridad en relación con los temas de corrupción. En este sentido, las empresas de América Latina pronto tendrán que ajustar sus relaciones legales con los proveedores para cumplir con las normas internacionales sobre transparencia y sostenibilidad. Estos son factores que permanecen distantes en países como China y hacen que América Latina sea aún más competitiva como región para operaciones de nearshoring. 

  • Colombia

Colombia es un país geográficamente estratégico con salidas tanto al océano Pacífico como al Atlántico. Gracias a ello, cuenta con una industria logística altamente competitiva, con habilidades y conocimientos que hacen que el país sea idóneo para las operaciones de comercio internacional. 
Colombia cuenta con un régimen de Zonas Francas muy desarrollado y competitivo, gracias al cual las operaciones que se realizan en estas áreas tienen acceso a beneficios arancelarios y fiscales. Este régimen fue recientemente reforzado por los Decretos 278 de 2021 y 505 de 2022, que trajeron interesantes cambios al marco legal. Estos Decretos permitieron acoger todas las actividades agroindustriales dentro de las Zonas Francas, lo que abrió la puerta para que industrias como la del cannabis medicinal e industrial tuvieran acceso a los beneficios de las Zonas Francas. También abrieron la posibilidad de que se realicen operaciones de comercio electrónico a través de envíos urgentes y que las empresas realicen actividades incluso fuera de la Zona Franca tras el fin de la Emergencia Sanitaria. Estos cambios permitieron que el régimen de Zonas Francas de Colombia se alineara con el estatus mundial de Covid-19 e hizo de las Zonas Francas un pilar para la reactivación de la economía.

  • República Dominicana

La República Dominicana ya es un centro industrial para grandes empresas estadounidenses como GE Energy, Johnson & Johnson y Cardinal Health. República Dominicana también cuenta con una reserva de talento humano altamente calificado y, lo que es más importante, tiene un gobierno con un objetivo de industrialización. De hecho, el Gobierno actual se basa en cinco pilares para la industrialización que refuerzan el futuro de la República Dominicana como plataforma para el nearshoring:

  1. Eficiencia en cuanto a permisos y autorizaciones
  2. Promoción internacional y mejora de la regulación tributaria
  3. Optimización de las cadenas de suministro internacional
  4. Educación y entrenamiento técnico
  5. Reforzamiento de la infraestructura 
  • Costa Rica

Costa Rica es un fuerte exportador de servicios de alto valor añadido en la región de América Latina. Cuenta con una fuerte y ya reconocida industria de TI que acoge a empresas como Microsoft e IBM. Al mismo tiempo, Costa Rica educa a su mano de obra en la industria de las TI a nivel local y ha desarrollado una avanzada infraestructura de Zona Franca que le ha hecho aprovechar su ubicación geográfica y los acuerdos de libre comercio que ha firmado con otros países. Principalmente, Costa Rica se ha beneficiado de los acuerdos CAFTA entre EE.UU. y algunas de las economías en desarrollo de Centroamérica.

Conclusiones
Los fenómenos recientes han puesto de manifiesto la necesidad de que las empresas reestructuren sus operaciones en el extranjero, que han resultado ser más vulnerables de lo imaginado. En un mundo sometido a pandemias globales que pueden poner pausa al comercio internacional de forma inesperada, las empresas deben buscar alternativas para diversificar su grupo de proveedores en todo el mundo y garantizar la continuidad de su operación. Además, el reciente conflicto entre Rusia y Ucrania puede tener consecuencias globales en el ámbito político y económico, que aún están por desarrollar en el futuro. Como se ha comentado, el nearshoring se está convirtiendo en una alternativa atractiva para las empresas que buscan reducir los riesgos asociados al offshoring y América Latina parece ser una plataforma ideal para ello en muchos aspectos. 

Aun así, la región debe afrontar retos como el malestar social, que ha provocado protestas y ha afectado a las operaciones de comercio internacional. Además, factores políticos como los altos niveles de corrupción siguen creando desconfianza hacia los países latinoamericanos. 

La proximidad geográfica y las similitudes culturales y lingüísticas se han convertido en activos valiosos en tiempos de incertidumbre. En ese sentido, países latinoamericanos como Colombia, República Dominicana y Costa Rica, entre otros, son destinos ideales para la inversión extranjera directa de actividades de nearshoring.

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