Laurence D. Fink

Desde el 2015 Laurence D. Fink, fundador y dueño de BlackRock, empresa de gestión de inversiones entre las más grandes del mundo, pública en la página web de su empresa una carta dirigida a los directores ejecutivos de las empresas y, por otro lado, una carta a sus clientes. 

El 15 de marzo publicó la carta de este año. Pero, esta vez, Laurence D. Fink dirige su carta anual a todo público indistintamente ya que, declara, a todos nos están afectando los mismos problemas.

Fink destaca que una de las tareas más relevante para una empresa de inversiones de alcance mundial, es la de identificar todos los riesgos a corto y largo plazo de la situación global que podrían afectar las inversiones de los clientes. En el presente: la inflación, el cambio climático, la crisis bancaria, la transición energética, la geopolítica y sus efectos en la confianza de la sociedad para un mejor futuro.

Por esto, es necesario que los líderes muestren como poder transformar los desafíos en oportunidades.

El cambio climático ha demostrado que no existen confines territoriales que lo detenga: fenómenos naturales como incendios, inundaciones, sequías y tornados se hacen siempre más frecuentes y sus impactos son evidentes. Desde hace años el cambio climático es un factor de riesgo. Esto ha llevado a muchos clientes en apostar para la transición energética y a Black Rock a comprender las trayectorias futuras probables de las emisiones de carbono, cómo la política gubernamental afectará estas trayectorias y qué significa eso en términos de riesgos y oportunidades de inversión.

Está claro que el contexto socioambiental influye en la implementación de las políticas públicas nacionales e internacionales, en las inversiones y, por ende, en los flujos del mercado global y en la misma geopolítica. 

Resalta también la importancia de los gobiernos corporativos de las empresas, de la estructura que se le decide dar y en su capacidad de detectar y responder a los factores de riesgo.

Es así, entonces, que surge la necesidad de desarrollar un sistema dinámico en las empresas que permita identificar los factores de riesgos ambientales y sociales, para orientar la toma de decisiones con el fin de prevenir los impactos negativos que estos pueden causar. A la vez, esto permite potenciar los impactos positivos. De esa forma se puede asegurar la sostenibilidad y rentabilidad de la(s) empresa(s) a corto, mediano y largo plazo.

No obstante Laurence D. Fink no mencione nunca directamente los criterios ASG en su carta, parece que reconozca la relevancia de los factores ambientales, sociales y de gobernanza y apoye su aplicación para la detección temprana de los riesgos y la posibilidad de transformarlos en oportunidades.
 

Para mayor información contacte a nuestro equipo
Conozca más sobre
Compartir estas noticia